Astrid fue la artista digital que se encargó de realizar los retratos de los personajes más importantes, más las escenas que estarán disponibles para aquellos que quieran comprar el libro físico.

Ella se especializa en arte conceptual para autores independientes. Hace escenas de ciencia ficción, fantasía o modernas. 

Pueden ver más de su trabajo en su cuenta de Instagram como @braincellsart.

El arte tridimensional consiste en utilizar un software de computadora que permite esculpir un modelo de un personaje o una escena completa, y tomar una instantánea de 360 grados del modelo. El software se comporta como un estudio fotográfico o cinematográfico. 

3D simula el mundo tal como lo experimentamos, la luz y cómo interactúa con la piel y la ropa, el cabello y las superficies. La computadora asume el trabajo de simular y calcular la luz y la configuración, pero el artista tiene el control total de la composición, el estilo y las formas, como en el arte tradicional. La instantánea 3D del software se convierte en una representación en 2D que, por lo general, se ve algo fotorrealista o abstracta, el artista decide eso. La computadora no reemplaza la habilidad artística. Al igual que con el arte tradicional, existe el arte en 3D bueno y no tanto.

​Astrid tiene una licenciatura en arte comercial. Luego trabajó profesionalmente como directora de arte en una agencia de publicidad, pero es muy diferente a trabajar como artista. En 2012 descubrió el software 3D. Es autodidacta. Le encantaba la forma en que podía esculpir algo y mirarlo como lo haría un fotógrafo y componerlo como lo hace un artista.

Cuando mejoró con la tecnología 3D, comenzó su propia pequeña galería de narraciones, solo para divertirse. Hizo principalmente imágenes de ciencia ficción y fantasía y mucho arte de películas. La gente empezó a comentar su trabajo y le gustó. Fue entonces cuando leyó la serie «Ancestor» de Mark Lawrence, y se dio cuenta de que podía dar vida a esos personajes y hacerlo también con otros autores. Trabajar para escritores le da la libertad de hacer sus propios conceptos de personajes, sin estar influenciada por juegos o películas existentes.

El desafío para Astrid es que es costoso ser un artista 3D porque el software y el hardware de la computadora son costosos y deben reemplazarse cada 3-4 años. Pero ella ha elaborado un método razonable para que sea asequible para el presupuesto de autores independientes.

Este tipo de arte es súper útil porque hay veces que el autor descubre algún detalle nuevo en su obra de arte que realmente le gusta, o que los escritores simplemente descubren que técnicamente una prenda de vestir no funciona como la imaginaban. Cuando lo ven de repente en una imagen, pueden sentir que necesitan reescribir una escena.

El tiempo que le dedica a un proyecto depende de la cantidad de escenas o personajes que haga. Puede llevar entre una semana y tres meses.

Cuando un autor la contrata, le hace todo tipo de preguntas sobre el personaje. Su primer paso es dar conceptos. Cuando está contento con los personajes, el segundo paso es decidir en qué escena del libro le gustaría que estuvieran esos personajes. Ellos se convierten en actores y los ubica en una escena del libro.

Debido a que los personajes están modelados en 3D, se pueden usar en todo tipo de cosas: libros, mercadería, obsequios, etc. Y la belleza es que siempre son reconocibles y personalizados y son los personajes de su libro.